Ajuca
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La chatarra espacial es un problema, especialmente en órbita baja. Según la Space Surveillance Network de los Estados Unidos, en abril de 2012 había unos 16.000 satélites, etapas de cohetes y fragmentos en órbitas cercanas a al Tierra, de los cuales unos 6050 son soviéticos o rusos y 4800 son norteamericanos y 3600 son de origen chino (el elevado número de fragmentos chinos se debe a la prueba antisatélite -ASAT- de 2007). ¿Cómo luchar contra este problema? Las soluciones pasan por controlar los fragmentos que se desprenden de los lanzadores, deorbitar los satélites y etapas superiores fuera de servicio, además de evitar siempre que sea posible colisiones entre satélites a varios kilómetros por segundo. Pero esto es insuficiente, al menos a largo plazo. Lo ideal sería retirar los satélites fuera de servicio o repararlos en caso de que sea posible usando un remolcador orbital. El concepto de utilizar un remolcador para eliminar chatarra espacial o reparar satélites no es nueva y surge cada cierto tiempo, pero actualmente existen varios proyectos que están a punto de ver la luz.
El principal problema es la chatarra espacial situada en órbitas por encima de los 800 kilómetros. Por debajo de 600 kilómetros cualquier objeto reentra en la atmósfera terrestre en el plazo de unos pocos años gracias al rozamiento atmosférico, pero por encima de 800 kilómetros el proceso requiere décadas o siglos. También hay problemas de congestión en la órbita geoestacionaria (GEO), a 36.000 kilómetros de la Tierra, donde se acumulan los satélites de comunicaciones, meteorológicos y militares.
Una solución es el proyecto alemán DEOS (Deutsche Orbitale Servicing Mission), que consiste en un satélite pequeño capaz de capturar, reparar y recargar de combustible otros satélites fuera de servicio. DEOS incorporaría un brazo robot para agarrarse y, o bien reparar el satélite objetivo (denominado "cliente") si fuera necesario, o bien deorbitarlo. El programa planea lanzar un satélite activo y otro pasivo que simularía ser un vehículo fuera de servicio para demostrar las tecnologías asociadas. DEOS está siendo desarrollado por la agencia espacial alemana (DLR) y la empresa Astrium. Se espera que un prototipo formado por un satélite activo y uno pasivo pueda despegar en 2018.
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